Del mineral al bit: LANDATA y la nueva frontera del conocimiento en el Desierto de Atacama

El Desierto de Atacama, ese vasto y silencioso laboratorio natural que se extiende por el norte de Chile, es reconocido mundialmente por sus condiciones extremas: la aridez más absoluta, una radiación solar implacable y una biodiversidad microbiana única adaptada a la resiliencia. Estas características lo convierten en un polígono de pruebas invaluable para la astrobiología, la biotecnología, la geología, ciencias humanas, ciencias sociales y el estudio del cambio climático global y la resiliencia constante en las comunidades del Desierto de Atacama, forjada por la adaptación a un entorno extremo, manifestada en la fuerte identidad cultural, sabiduría ancestral para sobrevivir, tradiciones únicas y una profunda capacidad de transformación de la adversidad en fortaleza comunitaria. Tradicionalmente, la investigación científica ha operado en silos, con datos e informaciones resguardados en centros académicos específicos. Sin embargo, los desafíos que enfrentamos hoy, como la sobreexplotación hídrica, la contaminación minera y la gestión de residuos industriales, exigen un enfoque distinto: la ciencia abierta (open science). Aquí es donde el Nodo Laboratorio Natural Desierto de Atacama, conocido como LANDATA, emerge como un actor fundamental. Liderado por la Universidad Católica del Norte (UCN) y financiado por la ANID, LANDATA no es solo un proyecto de investigación, sino una plataforma que busca articular la ciencia, tecnología, conocimiento e innovación (CTCI) en colaboración con las comunidades locales. El verdadero potencial de LANDATA reside en su compromiso con la democratización del conocimiento. La ciencia abierta implica que los datos recopilados, los métodos utilizados y los resultados obtenidos sean accesibles para todos: otros científicos, gestores públicos, comunidades locales y la sociedad civil. ¿Por qué es esto crucial? Porque la transparencia y el acceso a la información empoderan la toma de decisiones. Un ejemplo claro es el uso de plataformas como el Open Data Cube (Cubo de Datos Abiertos), que ya se ha utilizado para monitorear humedales y su estado hídrico en la región, permitiendo una fiscalización más informada de las actividades industriales. LANDATA está generando una hoja de ruta para la gestión sostenible de territorios clave como la cuenca del Río Loa, el Salar de Llamara, la Península de Mejillones o la frontera sur del Desierto de Atacama. Al transformar las reflexiones en medidas concretas, la iniciativa demuestra que el conocimiento territorial, generado desde y con la comunidad, es vital para la protección de este patrimonio único. El desafío ahora es consolidar esta infraestructura de datos abiertos. El desarrollo de herramientas como el Geoportal Landata es un paso en la dirección correcta para visualizar y compartir la información de manera eficiente. El Desierto de Atacama nos ofrece una extraordinaria oportunidad -de oro-, no solo por sus recursos estratégicos (como el litio o el cobre), sino por su valor científico y su fragilidad ecológica. Adoptar la ciencia abierta a través de iniciativas como LANDATA no es una opción, sino una necesidad imperativa para asegurar que el desarrollo futuro de las regiones presentes en la macrozona norte sea verdaderamente sostenible e inclusivo. Es la ruta para pasar de ser meros extractores de recursos a ser gestores informados de un ecosistema irremplazable.
Jóvenes del Norte elaboran el primer manifiesto juvenil por la biodiversidad del Desierto de Atacama

Con la participación de jóvenes provenientes de las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta y Atacama, concluyó este jueves 11 de diciembre Atacama Futuro: Encuentro de Jóvenes por la Biodiversidad del Desierto de Atacama, un hito inédito organizado por el Nodo LANDATA y la Red Chilena de Jóvenes por la Biodiversidad. Con una destacada convocatoria, el pasado jueves 11 de diciembre se desarrolló con éxito “Atacama Futuro: Encuentro de Jóvenes por la Biodiversidad del Desierto de Atacama”. La jornada, realizada en la Universidad Católica del Norte, marcó un precedente histórico al dar origen al primer Manifiesto Juvenil por la Biodiversidad del Desierto de Atacama, documento que sintetizará las demandas, reflexiones y propuestas de las juventudes para asegurar la protección, restauración y gestión sostenible del ecosistema desértico más árido y, a la vez, uno de los más frágiles del planeta. Distintas exposiciones dieron el vamos al evento que reunió a referentes juveniles de Chile y Latinoamérica, quienes aportaron perspectivas territoriales, científicas y comunitarias sobre biodiversidad, saberes ancestrales, protección de especies emblemáticas y experiencias de incidencia global. El corazón del encuentro fue el conversatorio “Miradas para un desierto vivo”, que ofreció un panorama diverso y enriquecedor a través de un diálogo directo con los expositores e invitados. En la jornada de la tarde y a través de dinámicas participativas y talleres colaborativos, los asistentes iniciaron un proceso de diálogo y diagnóstico compartido que servirá como base fundamental para la construcción de futuras estrategias y declaraciones conjuntas. Juventudes articuladas En el encuentro se relevó la necesidad de organizar a las juventudes frente a los desafíos que enfrenta el Desierto de Atacama ante el crecimiento de industrias estratégicas como la minería del litio, la exploración astronómica, la energía solar y eólica, y diversas tecnologías limpias que sitúan a la macrozona norte en el centro de la transición energética global. Si bien estos sectores impulsan innovación y desarrollo, también afectan de diversas maneras a estos ecosistemas únicos, humedales altoandinos, especies endémicas y territorios habitados históricamente por pueblos originarios y comunidades locales. En este contexto, las y los jóvenes hicieron un llamado a compatibilizar el progreso con la protección efectiva del patrimonio natural y cultural del desierto. “El Desierto de Atacama no es un vacío. Es un territorio vivo, profundamente conectado con la memoria ancestral y clave para la sostenibilidad futura del país. Las juventudes del norte están demostrando que pueden liderar una agenda ambiental sólida, dialogante y con visión de futuro”, comentó la directora del Nodo LANDATA, Dra. Cecilia Demergasso. Un manifiesto para Chile y el mundo El primer Manifiesto Juvenil por el Desierto de Atacama, será difundido cuando esté terminado, en espacios regionales, nacionales e internacionales, incluyendo instancias como la próxima Conferencia de las Partes (COP), con el fin de posicionar la voz de las juventudes del norte de Chile en debates globales sobre biodiversidad, justicia climática, gobernanza ambiental y transición energética. La construcción del documento integró mesas de trabajo territoriales, reflexiones sobre los impactos ambientales acumulativos y discusiones sobre resguardo de conocimientos ancestrales, participación vinculante y protección de especies en riesgo. Miradas y voces de Chile y Latinoamérica El Conversatorio Internacional reunió a referentes juveniles y especialistas que aportaron a la reflexión colectiva. Nicolás Domke Venegas, presidente de la Red Chilena de Jóvenes por la Biodiversidad, expuso sobre los desafíos globales y nacionales de conservación frente a la crisis climática y ecológica. “Pudimos conocer de primera fuente como individuos y organizaciones están liderando la gestión medioambiental de esta zona de Chile, que tiene una riqueza inigualable y una biodiversidad que debe ser valorada tanto a nivel nacional como internacional. El objetivo es realizar acciones conjuntas para seguir luchando por ese objetivo común”, afirmó. Francisca Oliva, de Defensores del Loa y del Centro de Biodiversidad de El Loa, compartió el trabajo de conservación para proteger a la emblemática y amenazada Ranita de El Loa, quien comentó que “me pareció muy esperanzador conocer otras realidades como de Taltal, Ollagüe, Lasana, San Pedro, Mejillones y Calama. Fue una actividad muy enriquecedora, porque nos hace entender las distintas realidades en nuestro territorio y entender que a veces son las mismas causas y problemáticas que tenemos, por lo tanto, articularnos y realizar acciones de manera comunitaria es muy importante”. Javier Pimentel, de la Mesa Nacional de Jóvenes Rurales INDAP, abordó la importancia de la producción sostenible de alimentos y el uso responsable de la biodiversidad desde la ruralidad. “Este fue un encuentro muy gratificante, fue una instancia en que de manera mancomunada pudimos conocernos y reconocer todas las realidades que existen en este territorio, además de entender cómo podemos trabajar para obtener un cambio real y preservar los espacios naturales”, comentó. Desde Colombia, representantes de Barranquilla+20 y de la Red Colombiana de Jóvenes por la Biodiversidad compartieron su experiencia presentando propuestas juveniles en espacios internacionales, entregando claves para una incidencia latinoamericana efectiva en escenarios globales como la COP. “La juventud y la infancia de América Latina y el Caribe estamos en la primera línea de acción por la conservación. En la región más megadiversa del planeta, no permitiremos más decisiones inconclusas. Nuestras ideas, energía y liderazgo marchan junto al legado de los saberes ancestrales y las comunidades locales, movilizando soluciones para proteger nuestros territorios. No somos el futuro; somos el presente de la acción climática y la conservación”, expresó Estevan Marin, presidente de la organización. Las diversas miradas permitieron conectar las problemáticas locales con agendas ambientales globales, reforzando la importancia de que las juventudes de la macrozona norte participen activamente en procesos de toma de decisiones. Un paso adelante para la acción climática desde el territorio El encuentro cerró con un compromiso transversal: fortalecer una red juvenil permanente en la Macrozona Norte, capaz de impulsar iniciativas de conservación, incidencia política y educación ambiental, siempre desde el respeto a los pueblos originarios, la justicia territorial y la defensa de la biodiversidad del Desierto de Atacama. El Manifiesto Juvenil quedó elaborado en versión borrador, fruto del trabajo colectivo realizado durante el encuentro. En una próxima sesión, las y
Landata culmina con éxito su ciclo de capacitaciones y entrega instrumentación para el Monitoreo Participativo del Río Loa

La tercera y última sesión, realizada en Calama, certificó a representantes de cuatro comunidades y los equipó con tecnología para iniciar la fase de monitoreo activo. Con una sesión teórico-práctica enfocada en el manejo de instrumentación avanzada, el Nodo Laboratorio Natural Desierto de Atacama, Landata, dio por finalizado este viernes 28 de noviembre su exitoso ciclo de capacitaciones del programa “Monitoreo Participativo del Río Loa”. La actividad, realizada en la Sala del Museo de Historia Natural del Parque El Loa en Calama, no sólo consolidó los conocimientos de los participantes, sino que marcó el hito de la entrega oficial de los equipos de medición y los certificados que acreditan su formación. La jornada cubrió dos unidades centrales para el monitoreo autónomo: el uso de los equipos multiparamétricos HI98194 y HI98130 de Hanna Instruments para análisis de calidad de agua, y una capacitación en hidrogeología a cargo de la geóloga y doctoranda Constanza Villarroel, quien enseñó metodologías para el monitoreo de niveles con pozómetros, la elaboración de piezometrías y la determinación del flujo de aguas subterráneas mediante casos prácticos. Tras completar el programa, los representantes de las comunidades de Calama, Chiu Chiu, Lasana y Caspana recibieron dos certificados: uno por su participación en el ciclo de talleres de Landata y otro específico por la capacitación técnica de la empresa Hanna Instruments. El momento más significativo fue la entrega formal de los instrumentos de medición a un representante y suplente de cada localidad. Este acto simboliza la transición de la fase formativa a la operativa, confiando a las comunidades las herramientas para generar datos propios, precisos y confiables sobre su principal fuente hídrica. “Hemos completado una etapa fundamental. Hoy además de certificar conocimientos, se entregaron las capacidades técnicas para que se continúe construyendo un camino en el que las comunidades sean los principales monitores del recurso hídrico. Este es un primer paso concreto hacia la gestión hídrica informada y colaborativa”, destacó Valentina Cáceres, geógrafa y coordinadora de la iniciativa por Landata. El programa entra ahora en su fase práctica más ambiciosa. Para consolidar los aprendizajes e iniciar el monitoreo sistemático, Landata llevará a cabo un terreno general de toma de muestras a lo largo de la cuenca, desde Lasana hasta Quillagua, los días 23 y 24 de enero de 2025. Landata facilitará el transporte para el representante y suplente de cada comunidad, e invita cordialmente a todos los asistentes de las capacitaciones a participar. El trabajo en terreno contará con el apoyo y la supervisión de los profesionales de Landata, asegurando la correcta aplicación de los protocolos. Este tercer taller cierra un ciclo que comenzó en septiembre. Los datos que recopilen las comunidades se integrarán progresivamente a una plataforma de acceso público, contribuyendo a un panorama integral y transparente de la cuenca del Loa, junto con la información oficial de organismos como la DGA y las mineras. Con la culminación de la capacitación y el inicio del monitoreo activo, Landata reafirma su compromiso de fortalecer la gobernanza hídrica local a través de la ciencia ciudadana, la colaboración y la entrega de capacidades técnicas concretas a los territorios.
Chile Impulsa la Red de Salares Protegidos: Desafíos y Oportunidades para la Biodiversidad y las Comunidades Locales

La creación de una red de salares protegidos en Chile es una iniciativa clave en el marco de la Estrategia Nacional del Litio anunciada en junio de 2023. El gobierno chileno busca preservar estos ecosistemas únicos, al mismo tiempo que promueve un modelo de desarrollo que combine la explotación responsable del litio con la conservación de la biodiversidad y el respeto por los pueblos originarios que habitan en estos territorios. La Estrategia Nacional del Litio, uno de los pilares de la política ambiental y minera del país, menciona que los salares poseen una «gran biodiversidad y un delicado equilibrio hidrogeológico que deben ser cautelados», y destaca la importancia de proteger los ecosistemas que sustentan la vida de comunidades indígenas ancestrales (Gobierno de Chile, 2023). En este marco, en enero de 2025 se creó el Instituto Nacional del Litio y Salares (InLiSa), concebido como una entidad de derecho privado sin fines de lucro, con sede en Antofagasta y una filial en Atacama. Su misión es generar conocimiento científico y tecnológico sobre los salares, impulsar un desarrollo sostenible en torno al litio y posicionarse como referente en investigación, gestión integral y difusión de información. El directorio de InLiSa integra ministerios, CORFO, gobiernos regionales y comunidades indígenas, reflejando un modelo inédito de gobernanza. Sus áreas prioritarias abarcan la investigación científica, el desarrollo tecnológico, la divulgación de conocimientos y la colaboración con comunidades locales. Esta diversidad de voces busca garantizar una visión equilibrada entre ciencia, industria y territorio. Incertidumbre sobre los Criterios de Selección de la Red de Salares Protegidos No prejuzgar de su labor futura y valorar la creación del InliSa, no debe impedir que se reflexione. En marzo de 2024, el gobierno chileno presentó un listado preliminar de 27 salares a ser incorporados en la Red de Salares Protegidos, lo que representaría un aumento del 25% en la superficie de salares protegidos, alcanzando aproximadamente un 33% del total de salares preandinos y andinos del país. Si bien el Ejecutivo ha señalado que entre los criterios de selección se consideraron factores como el valor ecológico, la existencia de restricciones hídricas, la presencia de áreas protegidas previas y la ausencia de actividades productivas estratégicas, la efectividad y el modo de definición de estos criterios ha generado cuestionamientos tanto por parte de expertos como de organizaciones sociales. En su presentación en la COP de Biodiversidad 2024 (Context Review, Journalist From de Thomsom Reuter Foundation), la Dra. Cecilia Demergasso, directora de Nodo Laboratorio Natural Desierto de Atacama, Landata, académica, y miembro del Consejo Asesor de Ciencia y Tecnología de Chile, cuestionó la pertinencia de aplicar el valor establecido en la Convención de Biodiversidad -(30×30)- que se fundamenta en la necesidad de proteger la cobertura vegetal para el control del cambio climático (ver E. Dinerstein y colaboradores, 2019) – a la protección de ambientes desérticos y salinos con escasa o nula cobertura vegetal. La Dra. Demergasso menciona que la definición de ese porcentaje como criterio de protección, en este tipo de ambientes, tiene que ser construida y definida desde el conocimiento específico del territorio. “No podemos aplicar estándares de mediciones internacionales en territorios únicos como el Desierto de Atacama sin fundamento. La biodiversidad del Desierto no obedece a criterios como la cobertura vegetal para calcular la protección y valoración de sus ecosistemas”. En el mismo sentido, el Dr. Nicolas Guiliani, académico de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile e investigador de Nodo Landata, subrayó la necesidad de generar estándares propios para salares, considerando su diversidad microbiana y rol en el equilibrio hídrico. Recordó que en estos ambientes hiperáridos algunos microorganismos, como cianobacterias, son capaces de extraer agua de las rocas o interactuar con raíces de plantas, procesos clave en fenómenos como el Desierto Florido. “Los Desiertos también deben ser considerados como reserva de biodiversidad. En ellos hay corredores biológicos donde se mueven especies, flora y fauna, que conviven con microorganismos esenciales a estos ecosistemas extremos”, dijo. “El sistema hidrológico e hidrogeológico del desierto es un escenario crucial para la gestión sostenible de los recursos naturales y culturales de este territorio único. Se deben establecer redes de monitoreo que perduren en el tiempo y que refuercen el conocimiento sobre el funcionamiento de la recarga hídrica en los acuíferos”, afirma el Dr. José Luque, experto hidrogeólogo, investigador de Universidad de Barcelona (UB), España, e integrante del equipo de investigadores de Nodo LANDATA. Y agrega que este desierto es el resultado de una prolongada y continua sinergia de singularidades hidro-bio-geoquímicas y geológicas que han originado un escenario natural de hiperaridez notable en la historia geológica de nuestro planeta. Y que la escasez de agua en este escenario y su entorno volcánico determina la forma en que la geología, los salares, los humedales, las lagunas, los ríos, los ecosistemas y los asentamientos humanos se relacionan entre sí en una frágil cadena interdependiente que debe ser protegida como patrimonio de la ciencia, la cultura y la sociedad”. La Dra. Verónica Molina, académica de la Universidad de Playa Ancha y parte de la agrupación Halófilos, ha expresado su preocupación por la falta de transparencia en la definición técnica de estos criterios, y en los mecanismos de participación ciudadana involucrados. Para el Dr. Guillermo Chong, Premio Nacional de Geología, académico de la Universidad Católica del Norte y experto en temas sobre las singularidades del desierto de Atacama, “los salares andinos —y en particular el Salar de Atacama— reúnen condiciones geológicas, climáticas e hidrogeológicas excepcionales que los convierten en depósitos de salmuera únicos en el mundo y en verdaderos laboratorios naturales para la investigación”. Para Chong, los salares son también ecosistemas singulares, que preservan biomarcadores y señales geoquímicas capaces de aportar claves sobre la evolución climática y la vida”. La Necesidad de una Consulta Pública y un Enfoque Integral Diversos expertos y organizaciones sociales han planteado que la definición de la red requiere un proceso de consulta pública vinculante. La Dra. María Isabel Manzur, promotora de la Ley N°21.600 que crea el SBAP y el SNAP, recalcó que las comunidades locales
Hacia una nueva mirada del territorio: Landata comparte en ICARE su compromiso con el patrimonio único del Desierto de Atacama

Santiago, 11 de noviembre.- Como nodo Laboratorio Natural Desierto de Atacama, participamos en el Encuentro “Capital Natural”, organizado por ICARE Chile, una instancia que reunió a líderes del sector público, privado y académico para reflexionar sobre cómo integrar el capital natural en la gestión empresarial y en las decisiones estratégicas del país. Desde Nodo Landata, valoramos profundamente estos espacios de conversación, donde la ciencia, las empresas y las instituciones del Estado pueden avanzar hacia una comprensión común del territorio como base del desarrollo sostenible. En un país como Chile —y particularmente en el Desierto de Atacama, donde la riqueza natural no siempre se expresa en cobertura vegetal, sino en una biodiversidad y geología únicas en el planeta—, el desafío de valorar los ecosistemas más allá del carbono se vuelve urgente y estratégico. El programa incluyó las palabras de Holger Paulmann, la presentación del exministro Mario Marcel, y un panel moderado por Cristina Rojas Salvador, con la participación de Alejandra Vial (AMSA), Felipe Escalona (Carbon Real) y Josefina Astaburuaga Schacht (Montes Wines). Posteriormente, las mesas de trabajo lideradas por Miguel Segur (NTT Data) permitieron recoger propuestas para la futura Guía de Referencia para la Adopción del Enfoque de Capital Natural. Estas instituciones coincidieron en pretender impulsar la incorporación del capital natural en la política científica y la colaboración multisectorial, destacando la importancia de avanzar con evidencia, visión de largo plazo y pertinencia territorial. En Landata compartimos plenamente ese propósito: generar conocimiento científico pertinente al territorio, que contribuya a valorar y proteger los ecosistemas del Desierto de Atacama como un patrimonio natural de relevancia planetaria.
Exitoso Foro Panel de LANDATA une Ciencia y Política para Construir Futuros Sostenibles desde el Desierto de Atacama

El Nodo Laboratorio Natural Desierto de Atacama culminó con gran éxito el foro panel “Construyendo Futuros: Desierto de Atacama, Ciencia y Políticas Públicas”, un espacio de diálogo fundamental que congregó a candidatas y candidatos a Diputados de la Región de Antofagasta, junto a la comunidad científica y universitaria. El encuentro, realizado esta mañana en el Salón Ángela Schweitzer de la Carrera de Arquitectura de la Universidad Católica del Norte, cumplió con su objetivo central: sensibilizar y generar conciencia en los futuros representantes legislativos sobre la importancia estratégica del Desierto de Atacama como un activo único para el desarrollo nacional. Al foro panel asistieron los candidatos a diputados por la región de Antofagasta Marion Tapia (FRVS), Luis Ramos (PDG), Paulina Lizana (PC), José Veliz (D) , Natalia Sánchez (PTR) y Daniel Vargas (PTR). El evento incluyó una presentación sobre la misión y el rol estratégico de LANDATA, y los resultados de los estudios que el nodo ha desarrollado ya por cuatro años consecutivos, seguido de un análisis de temáticas clave para el desarrollo regional: Biodiversidad, Energías Renovables, Minería Responsable, Recursos Hídricos y la Incidencia de la Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación en el desarrollo de políticas públicas y normativas. (CTCI). Posteriormente, se desarrolló una dinámica de foro panel centrada en los desafíos y oportunidades para consensuar una visión integral de las políticas públicas que incorporan al desierto y la región. Durante la conversación, se enfatizó la necesidad de abordar de manera sinérgica la conservación de la biodiversidad, la gestión del agua, la transición energética y el fomento de una minería sostenible, siempre con la ciencia como base para la toma de decisiones informadas. La Dra. Cecilia Demergasso, Directora de LANDATA, fue la anfitriona de esta instancia, que buscó tender puentes entre el conocimiento científico y la futura labor parlamentaria. “Celebramos la alta convocatoria y el diálogo fructífero que se generó. El Desierto de Atacama es un laboratorio natural de relevancia mundial, y es imperativo que su valor científico, ambiental, económico y cultural se traduzca en políticas públicas visionarias y colaborativas. Este foro fue un primer paso crucial para alinear las voluntades políticas con las necesidades y oportunidades de nuestro territorio, y sensibilizar sobre la importancia de los datos en la toma de decisiones, en especial en las que involucran a quienes habitamos el desierto”, destacó la Dra. Demergasso. El foro concluyó con un resumen de los principales acuerdos y perspectivas compartidas, seguido de una fotografía grupal y un coffee break que permitió profundizar en el networking entre los asistentes. Con esta actividad, LANDATA reafirma su compromiso de posicionar al Desierto de Atacama en el centro del debate sobre el desarrollo sostenible, fomentando un compromiso informado en la futura labor legislativa de los próximos representantes de la región.
Landata fortalece el Monitoreo Participativo del Río Loa con exitosa segunda sesión de capacitación

Con la participación de representantes de las comunidades de Calama, Chiu Chiu, Lasana y Caspana, el Nodo Landata realizó con éxito la segunda sesión de capacitación del programa de Monitoreo Participativo de la cuenca del Río Loa, el sábado 25 de octubre en la Sede de la Asociación de Agricultores de Calama. Esta nueva jornada marca un avance significativo en el programa de formación gratuito que busca capacitar a los representantes de las comunidades como agentes activos en la protección y vigilancia colaborativa del recurso hídrico. La sesión permitió profundizar en los contenidos iniciados en el primer encuentro de septiembre, consolidando el compromiso de los territorios con la gestión sustentable del río Loa. «Esta segunda sesión confirma el gran interés y compromiso de las comunidades por ser protagonistas en el cuidado de su recurso hídrico. Estamos construyendo una red colaborativa que combina el conocimiento científico con el saber local, fortaleciendo las capacidades técnicas de los participantes para el monitoreo sistemático del río», destacó la geógrafa y coordinadora de la iniciativa, Valentina Cáceres. Durante la capacitación, los participantes profundizaron en el conocimiento de técnicas de medición y análisis de parámetros físico-químicos del agua, sentando las bases para las próximas sesiones prácticas de campo programadas en el calendario del programa. Vonn Castro Barrios, vicepresidente de la asociación de agricultores de Calama, rlató que “como quillagueño tristemente he visto a mi pueblo morir y secarse, entonces la experiencia que tengo con el río Loa por esa parte ha sido bastante negativa, pero estoy peleando y luchando aquí en Calama y tratando de salvaguardar el río. Estas capacitaciones han sido una experiencia magnífica porque no teníamos los conocimientos que estamos adquiriendo y que nos empodera para sentarnos de tú a tú frente a la autoridad y pelear por nuestros derechos que además son insustituibles”. Asimismo, Mariela Tejerina de la comunidad de Chiu Chiu, manifestó que esta es una instancia “muy valiosa para nosotros y que nunca se había dado. Esta es una herramienta para nosotros que nos permitirá realizar un monitoreo verdadero de nuestras aguas, en especial de nuestro río Loa, que va en decadencia y que es una pena. Es sorprendente que estemos acá congregadas las comunidades que vivimos en la cuenca, es grandioso”. Para facilitar la participación, el Nodo Landata mantuvo las medidas de apoyo implementadas desde la primera sesión, incluyendo transporte desde las localidades de origen y alimentación para todos los asistentes. El programa, que se extenderá hasta diciembre, contempla un total de 4 clases teóricas y 2 sesiones prácticas de campo. Los datos recopilados por los participantes durante los monitoreos serán integrados en una plataforma de acceso público que también consolidará información de organismos como la Dirección General de Aguas (DGA), contribuyendo a una gestión hídrica más transparente e informada para la cuenca. La tercera sesión de capacitación está programada para fines del mes de noviembre, donde los participantes iniciarán las prácticas de campo que permitirán aplicar los conocimientos teóricos adquiridos en las primeras sesiones.
El desierto de Atacama: biodiversidad invisible en la Estrategia Nacional 2025-2030

Cada cierto tiempo, el Desierto de Atacama nos regala un espectáculo colorido que traspasa sus fronteras: el desierto florido. Este fenómeno, que hoy está sucediendo y que cubre con un manto de flores una pequeña parte del territorio más árido del planeta, suele convertirse en la postal que asocia biodiversidad y vida al norte de Chile. Sin embargo, esta postal, aunque hermosa y real, está también incompleta: el desierto y su riqueza biológica no se limita a los ciclos visibles de la flora. Desde su creación, en el Laboratorio Natural Desierto de Atacama (Landata), hemos concentrado nuestros esfuerzos en poner en valor las singularidades de los ecosistemas del desierto de Atacama, de sus suelos, rocas, ríos y salares. Estudios muestran que aquí, incluso en la hiperaridez extrema, existe una microbiota endémica y única a nivel planetario, formada por comunidades microbianas capaces de sostener la cadena trófica y, en muchos casos, de aportar potenciales soluciones biotecnológicas para desafíos globales en salud, energía, minería, mitigación del cambio climático, entre otras aplicaciones. Por eso, frente a la reciente consulta ciudadana realizada sobre la Actualización de la Estrategia Nacional de Biodiversidad 2025-2030, es urgente recordar que la biodiversidad del país no puede medirse únicamente en porcentajes de superficie protegida o en especies vegetales y animales clasificadas. La conservación debe incluir la integridad funcional de los ecosistemas. ¿De qué sirve, por ejemplo, declarar un 30% de superficie como protegido si los procesos hídricos subterráneos que sostienen la vida en un salar están siendo alterados? En lugares como el Salar de Atacama, diversos estudios científicos han puesto en evidencia que la extracción de agua ha desplazado flujos subterráneos y afectado lagunas y aves como el flamenco, lo que nos recuerda que conservar o proteger hectáreas sin considerar los procesos ecológicos, es insuficiente. Además, los suelos desérticos –que en Chile cubren más de un 25% del territorio – han sido históricamente invisibilizados en las políticas de biodiversidad. Sin embargo, la ciencia internacional los reconoce como espacios de un interés particular único: en suelos áridos con bajo contenido de carbono, la relación entre biodiversidad y biomasa microbiana alcanza su punto máximo, revelando un potencial que va mucho más allá de lo visible. Chile tiene la responsabilidad y la oportunidad de redefinir la biodiversidad en clave de resiliencia y procesos ecosistémicos, reconociendo el valor de lo que no siempre se ve. Incorporar la microbiota del desierto y de los salares en la Estrategia Nacional no es solo un gesto científico: es una necesidad para garantizar que nuestras políticas públicas respondan a la realidad ecológica y no a una postal incompleta. El Desierto Florido nos recuerda que hay vida donde solemos pensar que no la hay, pero el mensaje más profundo es que esa vida está presente aunque no siempre la veamos. Reconocerlo y protegerlo debe ser el verdadero compromiso de Chile con su biodiversidad hacia 2030. Debemos ser capaces de pasar del asombro pasajero a una política de biodiversidad que celebre, entienda y proteja la riqueza única del desierto más árido del mundo. Sabrina Marín EliantonioCoordinadora e investigadora del Nodo Laboratorio Natural Desierto de Atacama (Landata)Doctora en Acuicultura , Biólogo Marino y Licenciada en Ciencias de Mar
Landata y Universidad de Atacama fortalecen lazos para impulsar innovación en la región

Con miras a potenciar la investigación y la vinculación territorial, el Nodo Landata y la Universidad de Atacama (UDA) sostuvieron una reunión clave para proyectar futuras líneas de colaboración. El encuentro contó con la participación del rector de la UDA, Forlín Aguilera Olivares; la vicerrectora de Investigación y Postgrado, María José Gallardo Nelson; el director de Investigación, Vladimir Riffo Bouffanais; y la directora de Postgrado, Rossana Sepúlveda Riveros. Durante la jornada,la directora del Nodo Landata, Dra. Cecilia Demergasso, presentó el trabajo de investigación realizado en el Desierto de Atacama durante estos cuatro años de desarrollo, detallando informaci’ón acerca del caso de estudio “Frontera Sur del Desierto de Atacama” con base en las localidades y comunidades de Caldera y Copiapó. También el director alterno del Nodo Landata, Profesor Emilio Ricci, participó en el encuentro explorando y proponiendo a las autoridades universitarias posibles sinergias para fortalecer la gobernanza territorial y abrir espacios de diálogo estratégico con autoridades regionales. Esta articulación forma parte de las gestiones de Landata para apoyar la formación de un polo de innovación y conocimiento con pertinencia territorial, en beneficio de las comunidades y del desarrollo sostenible en el Desierto de Atacama.
Antofagasta aporta su visión territorial al proceso participativo de la Estrategia Nacional de CTCI 2026

Antofagasta fue el escenario del diálogo regional “Chile crea su Estrategia CTCI 2026”, una jornada que convocó a representantes del ecosistema de ciencia, tecnología, conocimiento e innovación (CTCI) de la región, con el objetivo de recoger insumos regionales para la actualización de la Estrategia Nacional de CTCI que se entregará al próximo Presidente o Presidenta de Chile en 2026. La actividad, que se llevó a cabo el 22 de septiembre de 2025, fue organizada por el Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación para el Desarrollo (CTCI), organismo que celebra 20 años como asesor presidencial autónomo, y contó con el apoyo de la Seremía de Ciencia de Antofagasta y Atacama. La directora del Consejo CTCI, Katherine Villarroel, encabezó la jornada destacando la importancia de incorporar voces desde todos los territorios. “Antofagasta y Atacama simbolizan la riqueza geográfica y ecosistémica de Chile: desde el desierto más árido del mundo y sus cielos claros hasta una costa de gran biodiversidad y un subsuelo rico en minerales. Estas regiones conocen de primera mano los desafíos de la crisis hídrica y los impactos del cambio climático, pero también las oportunidades que surgen al enfrentarlos con ciencia, tecnología, conocimiento e innovación. La minería, pilar histórico de Antofagasta y Atacama, hoy puede liderar con innovación un desarrollo más sustentable”, señaló. En el encuentro participó también la consejera del Consejo CTCI Cecilia Demergasso, investigadora regional y directora del Centro de Biotecnología en la Universidad Católica del Norte: “La importancia de tener estos diálogos es que la estrategia considere la voz de las regiones y los desafíos propios que tenemos, como la concentración minera y energética, pero también los valores patrimoniales, históricos y naturales de nuestro territorio. Todas las regiones son particulares; la nuestra y Atacama también quedaron representadas en el trabajo de hoy”. La jornada inaugural combinó fundamentos teóricos con discusiones grupales sobre la historia del río Loa, sentando las bases para un programa integral que se extenderá hasta diciembre. Los contenidos abordados incluyen la historia del agua en el desierto, el ciclo hidrológico y la introducción al uso de equipos de medición. Las próximas sesiones profundizarán en el análisis de la calidad química del agua y las técnicas de muestreo en terreno, entre otras materias. El rector de la Universidad Santo Tomás, Exequiel Ramírez, valoró la convocatoria: “Este es un espacio muy necesario, que aporta a nutrir la estrategia con una mirada territorial. En mi mesa de trabajo se lograron cubrir todas las visiones, incluyendo aportes de gran nivel como el del premio nacional Guillermo Ochoa, lo que dio a la conversación un estándar de exigencia muy necesario para lo que nos convoca”. Desde el sector productivo, la directora regional de Corfo Antofagasta, Melissa Gajardo, relevó la diversidad de la región: “Estamos estableciendo acciones en ciencia, conocimiento, tecnología e innovación que responden a realidades territoriales diversas. Antofagasta no es solo minería de cobre y litio; también somos energía, hidrógeno verde, turismo y agricultura. La integración territorial entre industria, academia, sociedad civil y sector público es fundamental, junto a la incorporación de economía circular, para transformar los impactos negativos en mejoras de calidad de vida”. La jornada incluyó además la participación del Nodo Laboratorio Natural Desierto de Atacama, a través de Ximena Retamal, quien destacó: “El Desierto de Atacama es mucho más que minería. Es historia, identidad y patrimonio. Alberga cielos privilegiados para la astronomía, la mayor radiación solar del planeta, un patrimonio geológico único y microorganismos extremófilos que estudia incluso la NASA. Pero también es un territorio de tensiones sociales y ambientales que requieren políticas basadas en evidencia científica, con pertinencia territorial y visión integrada”. Durante el encuentro se desarrollaron mesas de trabajo con representantes del mundo académico, empresarial, servicios públicos y organizaciones sociales, quienes aportaron insumos para la construcción de la Estrategia Nacional de CTCI 2026. La jornada de Antofagasta se suma a los diálogos ya realizados en Biobío, Maule, Coquimbo y Tarapacá y Los Ríos, reafirmando el compromiso del Consejo CTCI de construir una estrategia plural y útil para los desafíos del futuro.